¿España quiere reconocer a Palestina? Reconozcamos a Cataluña. The Times of Israel
En una reunión reciente entre el líder del partido de izquierdas Podemos, Pablo Iglesias, y el presidente español, Pedro Sánchez, Iglesias instó a Sánchez a considerar la posibilidad de convertir a España en el primer país importante de la UE en reconocer el estado de Palestina. Según consta, Sánchez le aseguró que su partido consideraría seriamente el asunto.
Artículo traducido por AnnA (@annuskaodena)

El Congreso español en realidad aprobó una moción pidiendo al gobierno que reconociera a Palestina en 2014, pero no fue vinculante y si principalmente simbólica. Iglesias propone que el gobierno formalice el reconocimiento y expresó su confianza en convencer a Sánchez.
Tras este anuncio, Ángel Más, presidente de ACOM (Acción y Comunicación sobre el Medio Oriente), una asociación dedicada a mejorar las relaciones entre España e Israel y luchar contra el movimiento BDS (Boicot, Desinversión y Sanciones), publicó un artículo de opinión en el periódico ABC de España en contra de la medida. Su argumento central: si España reconoce Palestina, Israel podría tomar represalias al reconocer la declaración unilateral de independencia de Cataluña en octubre de 2017, y eso tendría resultados desastrosos.
¿Por qué sería eso tan terrible? Porque, escribe Más, por un lado, las relaciones entre España e Israel se derrumbarían por completo. Por otro lado, ningún país ha reconocido aún la declaración de independencia de Cataluña, y si Israel lo hiciera, no solo enfurecería a España y alentaría a otros países a seguir su ejemplo, sino también (interpretación mía): “El bienestar de los judíos españoles podría estar gravemente en peligro, perderemos todo nuestro apoyo, nos convertiremos en objetivos y definitivamente seremos excluidos de la vida social, económica, política y civil en nuestro país (el sueño de cualquier antisemita)”.
Un momento… A ver si lo entiendo… ¿El gobierno español debería evitar provocar que Israel esté de acuerdo con Cataluña, porque eso hará que la sociedad española se vuelva contra sus judíos?
¿Qué tipo de país es España donde esto sería un escenario realista? ¿Y qué tipo de relación debería tener Israel con un país así?
Israel y Cataluña son aliados naturales
La verdad es que Cataluña es un aliado más natural de lo que nunca fue España.
España, como ya he escrito, todavía no se ha recuperado completamente de su fase fascista durante el franquismo en el siglo XX. La razón por la cual ACOM necesita existir es porque, en España, más municipios han aprobado resoluciones de apoyo a BDS que en cualquier otro país en el mundo occidental. El índice de antisemitismo global ADL de 2015 mostró a España como el país más antisemita de Europa, además de Grecia. ACOM y otras organizaciones e individuos han estado trabajando duramente en los últimos años para mejorar las condiciones y la posición social de los judíos en España, y han progresado mucho.
Ciertamente, puedo entender por qué a Más le preocupa que todo ese trabajo se desperdicie, y definitivamente espero que su terrible predicción sea incorrecta. Si el bienestar de los judíos españoles, de hecho, se mantiene en un equilibrio tan delicado que un movimiento político inoportuno por parte de Israel podría trastornarlo por completo, ¿fue la comunidad judía verdaderamente acogida o estuvo alguna vez a salvo allí para empezar?
Mientras que Cataluña no es, de ninguna manera, inmune al antisemitismo y sus partidos de izquierdas y proindependentistas se conocen por ser brutalmente antiisraelíes, especialmente los extremistas en la CUP, una de las razones por las que no está de acuerdo con Madrid es porque su enfoque ha sido en general más liberal, progresista y orientado a la democracia.
Los catalanes tienen mucho más en común con los israelíes, no solo en términos de valores, sino también en términos de los desafíos que han tenido que superar como nación.
De hecho, el movimiento por la independencia post franquista ha reconocido a Israel como un modelo a seguir desde el principio. Jordi Pujol, presidente del gobierno catalán desde 1980 hasta 2003, se interesó mucho en la historia de los judíos y se hizo sionista. El uso público de la lengua catalana fue prohibido durante el gobierno de Franco, y Cataluña buscó inspiración en Israel para preservar su lengua en peligro y revivirla como lengua vernácula.
El gobierno catalán estudió el sistema “ulpan” de Israel cuando intentaba encontrar formas de ayudar a los ciudadanos hispanohablantes a aprender catalán. Los Mossos d’Esquadra, la policía autónoma catalana, han recibido formación y asesoramiento en seguridad por parte del Mossad. Después de declarar la independencia y huir de España para evitar un juicio injusto el año pasado, el ex presidente Carles Puigdemont concedió su primera entrevista en Bruselas al reportero portugués-israelí Henrique Cymerman, y en el documental producido por Cymerman a partir de esa entrevista, Puigdemont enfatizó la calidez especial que existe entre Cataluña e Israel.
También obtuvo muchas críticas de sus aliados políticos de extrema izquierda por su Tweet en Yom Haatzmaut (el día de la Independencia del Estado de Israel) de este año:
Fuentes que lo conocen personalmente me dicen que eso dista de ser la primera vez que se ha enfrentado a sus aliados políticos de izquierda para defender a Israel.
Los “judíos” de España
No son solo Puigdemont y Pujol quienes han establecido un paralelismo entre la difícil situación de los catalanes y la de los judíos. Para los extremistas del otro lado -los fascistas y neonazis españoles- la comparación es evidente. Basta con echar un vistazo a lo que escriben en sus grafiti para verlo. Se ha dicho a menudo que los catalanes son como los judíos de España; a eso contesto que creo que España ha hecho un excelente trabajo oprimiendo a sus verdaderos judíos, pero entiendo sus razones. La obstinada negativa de España a reconocer el derecho de Cataluña a la autodeterminación no se debe a un sentimiento de afinidad con los catalanes o al deseo de ser un estado inclusivo; se deriva de un sentido de propiedad sobre ellos y derecho a sus recursos. El hecho de que Más incluso esté haciendo esta predicción muestra la fuerza alarmante del sentimiento anti-catalán dentro de la sociedad española. Este es solo un síntoma de la naturaleza profundamente abusiva de la relación de Madrid con Barcelona.
Es hora de pronunciarse
Los acontecimientos del año pasado en Cataluña nos han mostrado la verdadera cara de España. No hay excusa para golpear a los votantes inocentes en las calles. No hay excusa para procesar a los políticos y mantenerlos en la cárcel en espera de juicio por llevar a cabo la voluntad de su base de votantes. No hay excusa para censurar sitios web que brinden información sobre cómo participar en un referéndum democrático. Tenemos que dejar de ignorarlo. España debe rendir cuentas por sus abusos de poder. Debe hacer entender que su negativa a entablar un diálogo real con Cataluña todos estos años tiene consecuencias. Y si esa declaración recuerda a otro conflicto político, pues no tengo más que añadir.
¿De qué lado estamos? ¿Del lado que resistió pacíficamente con las manos en el aire, cantando su himno nacional, el 1 de octubre del año pasado?
¿O del lado que trató con brutalidad a los ciudadanos desarmados que trataban de ejercer su derecho democrático al voto?

Más tiene razón acerca de Netanyahu; yo no descartaría que el primer ministro israelí reconozca Cataluña para castigar a España por reconocer a Palestina. Él es así de vengativo. Y sería un desastre diplomático de proporciones épicas. El hecho de que España reconozca Palestina no tendría consecuencias prácticas reales, pero si Israel se convirtiera en el primer país del mundo en reconocer la independencia de Cataluña, sería un golpe catastrófico para España. Esto podría alentar a otros países que han estado apoyando a Cataluña discretamente a dar un paso adelante, y animar a otros movimientos separatistas. Entiendo completamente por qué el gobierno israelí ha elegido, como muchos otros lo han hecho, mantenerse al margen del lío España-Cataluña por el momento.
Pero ¿cómo podemos ignorar la absurda hipocresía del gobierno español que reconoce el derecho de los palestinos a la autodeterminación, un pueblo que ha rechazado repetidamente las ofertas para un estado y continúa aterrorizando a los ciudadanos israelíes con actos cotidianos de violencia, mientras se niega a conceder ese derecho a los catalanes, cuya resistencia siempre ha sido notable y completamente pacífica?
Si España reconoce a Palestina, el desastre diplomático se pondría en marcha. También podría aprovechar la oportunidad y hacer lo correcto. Ya sería hora de que alguien defendiera a Cataluña.
Y si Más tiene razón acerca de los efectos que esto tendría en mis hermanos y hermanas judíos en España, bueno, pues no sería la primera comunidad judía europea en los últimos años en enfrentarse a la cruda realidad de que realmente nunca perteneció allí. Tampoco seríais la primera comunidad de judíos españoles en darse cuenta de eso. La diferencia entre entonces y ahora es que ahora tenéis un lugar adonde ir donde siempre perteneceréis. Os esperamos.
Artículo traducido por AnnA (@annuskaodena)
Article translated by AnnA (@annuskaodena)
Fuente: The Times of Israel @TimesofIsrael
Autora: Daniella Levy @DaniellaNLevy
Fecha de publicación: 14 de setembre 2018